El desafío de los modos activos V: en patinete


Ayer realizamos la tercera y última prueba: utilizamos el patinete para ir al trabajo. Lo primero que debemos remarcar es que requiere un mínimo de practica. Si bien es más fácil de aprender que a ir en bici o conducir un coche, con la practica se gana en confianza, velocidad y lo más importante en seguridad. Ayer usamos uno de estos patinetes con manillar y ruedas relativamente grandes de algo menos que un palmo.

Esta vez hemos escogido un trayecto similar al que realizamos a pie pero esta vez por una calle paralela con aceras más anchas. Los barrios recorridos son por lo tanto los mismos que el primer día. Al tratarse de un vehículo que circula más rápido que los peatones intuitivamente no queda muy claro por donde debe circular. Nosotros hemos considerado que en aceras anchas no entraríamos en conflicto con los peatones y cuando no hemos tenido más remido que circular por aceras estrechas hemos ido un poco más despacio y con cuidado. La distancia recorrida ha sido de 2,04 km en un tiempo de 12 min 50 seg.


Durante el recorrido de hoy hemos visto gente en patinete por la acera, por el carril bici, por la calzada e incluso por el carril bus. Cómo os decíamos no es muy intuitivo el lugar reservado al patinete. Sin embargo las normativas suelen ser bastante claras. En muchos casos se asimilan a los patines, bastante más extendidos en España que el patinete. Algunas ciudades, como Valencia, tienen una normativa bastante estricta para este tipo de vehículo prohibiéndoles en la practica la circulación fuera de circuitos cerrados y por lo tanto condenándoles a no ser utilizados en los desplazamientos cotidianos. En otras, como en Zaragoza, pueden ir por las aceras y vías ciclistas aunque con ciertas restricciones. En Francia la legislación indica que los patinetes deben circular por la acera asimilándolos a los peatones, pero a una velocidad moderada. Al igual que en España deja un margen de acción a los ayuntamientos para prohibir este tipo de prácticas si lo considerasen necesario. En cualquier caso el debate con respecto a los derechos y obligaciones de estos vehículos existe.

En el trayecto en patinete hemos tenido sensaciones bastante parecidas a las que tuvimos yendo en bici. Primando la velocidad y la seguridad a disfrutar del ambiente que nos rodeaba. Es bastante probable que esta sensación varíe cuanto más usemos el patinete y más habituados estemos a él. A pesar de querer ir rápido hemos tenido que controlar la velocidad ya que nos encontrábamos en un espacio diseñado para velocidades menores a las alcanzadas con un patinete. Por un lado podemos poner en peligro a los peatones y en los cruces y pasos de cebra nuestra seguridad también está en entredicho. Los coches no esperan que algo mas rápido que un peatón aparezca en un paso cebra. Sin duda yendo en patinete lo ideal es ir por aceras anchas y sobre firme liso.

Que sepáis que a la vuelta a casa, por la tarde, nevaba y podemos confirmar que el patinete funciona igual de bien en seco que con nieve [aun así os daremos un consejo: no lo intentéis con un palmo de nieve o sobre hielo].

El vídeo de hoy es más corto y la verdad es que no nos ha salido muy bien, había muchas vibraciones [que por otro lado casi no sentíamos al ir al trabajo] así que esto es lo que hemos salvado, para que os hagáis una idea del recorrido que hemos hecho.



De nuestro trayecto en patinete retenemos los siguientes aspectos:

  • Comercios de proximidad en el trayecto
  • Peligrosidad en los cruces
  • Trayecto directo igual que a pie
  • Distancia recorrida 2,04 km
  • Tiempo empleado  12 min 50 seg


La semana que viene recopilaremos todas las informaciones y sensaciones que sacamos de esta experiencia para contaros nuestras conclusiones.